2 sept 2012

Hace 25 años, la última sesión íntima de Sabines

El poeta Jaime Sabines (1926-1999) era un hombre sumamente cuidadoso con su intimidad; la protegía como siempre lo hacía con la armonía en su familia. Era casi imposible que aceptara una sesión larga de fotografía.

En el verano de 1987 aceptó una conversación larga en su rancho de Yuria, gracias a que la fotógrafa francesa Eliane Cassorla le pidió aceptara una sesión fotográfica en su pequeño rancho de Yuria, localizado a pocos kilómetros del Parque Nacional Lagos de Montebello, en el estado de Chiapas.

Cassorla tenía un gran interés en registrar fotográficamente al poeta en el rancho cuyo nombre era conocido más allá de las fronteras de México. Le había planteado a Sabines una larga jornada fotográfica en la que se tuviera como escenario los diferentes rincones de Yuria.

El poeta no vaciló y aceptó con gusto la propuesta de la fotógrafa.

La respuesta positiva de don Jaime extrañó a muchas personas, incluidos algunos familiares, que lo conocían con gran certeza y sabían de sus cotidianas huidas y rechazos a las sesiones fotográficas.

Pocos sabían que al poeta y la fotógrafa tenían una relación de amistad casi de padre a hija. Cassorla cubrió como reportera gráfica todo el gobierno de Juan Sabines Gutiérrez, con quien también sostuvo una relación muy cercana. En fin, la artista de la lente mantuvo cercanía con los hermanos Sabines.

Muchos de la familia se sorprendían de que el poeta aceptará una sesión fotográfica en momentos en que su dolor era intenso por la muerte del hermano mayor de los Sabines, y Yuria se había convertido en su refugio de un aislamiento voluntario para reflexionar y digerir la pérdida de su hermano Juan Sabines Gutiérrez (fallecido el 2 de marzo de 1987) .

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